“Diversidad
sexual”
(Y amorosa)
Introducción:
las palabras y el poder.
El
concepto “diversidad sexual”
apareció en el horizonte de las políticas
sexuales en méxico en los últimos años entre los grupos y agentes que
participan de manera activa, organizada y programática en las disputas del campo sexual.
- El término “diversidad sexual” no es un término “neutro”, dos simples palabras para referir una realidad, por el contrario, encierra en sí mismo una manera de concebir la realidad y, por lo tanto, tengamos o no conciencia de ello, define el carácter de nuestra lucha política en el ámbito de la existencia sexual.
- El término “diversidad sexual” es un término político, como los términos “gay”, “lesbiana”, “bisexual”, “heterosexual”, “sexualidad normal”, “perversión”, “transgénico”, “joto”, “marimacha”, “buga” y, al igual que estos, tiene implicaciones en la manera en que se nombran y, en consecuencia se construyen, diferencias sociales más o menos significativas, se configuran relaciones de poder y posibilidades de resistencia.
- el término “diversidad sexual” participa en las luchas al nivel de la representación de la existencia sexual de las personas y por el poder de tener la representación socialmente considerada “legítima”, “única”, “válida” (Bourdieu 1990).
Qué es
“sexual” ha diferido de una sociedad a otra y de una época a otra. Estas distintas
maneras de concebir (por lo tanto “construir”) lo que entendemos por “sexual”
ha dado lugar por su parte, a distintas maneras de regular y controlar “lo
sexual” en el comportamiento, las relaciones, el cuerpo y los productos de las acciones de las personas.
En una sociedad determinada, no todas las
representaciones y regulaciones de la existencia sexual que coexisten
adquieren el mismo estatus de legitimidad entre la población y en las instituciones sociales. El estatus mismo de legitimidad e ilegitimidad popular o jurídica es el producto de una historia de luchas culturales y sociales. La visión dominante que actualmente se presenta como concepción legítima y de mayor valía
(la heterosexualidad reproductiva entre hombre masculino y mujer femenina,
genitalizada, falocéntrica y orgásmica en el marco de la institución
matrimonial civil y religiosa).
La dominancia de una concepción sobre lo que entendemos por “sexual” y sobre la diversidad de prácticas eróticas
y reproductivas está dada por su preeminencia para definir lo legítimo y lo
ilegítimo, lo moral y lo inmoral, lo adecuado o lo inadecuado, lo sano y lo
enfermo, incluso lo natural y lo antinatural. Este poder de definir es lo que llamamos
poder de nominación, o poder de
representación, esto es, poder para
nombrar y clasificar la realidad,
poder para representarla.
El poder de representación o nominación es un gran poder
porque
estructura
las
posibilidades
de
acción
de
las personas.
Las instituciones
o grupos sociales que tienen el poder de representar la realidad logran así tener un gran
control sobre las poblaciones, un control que no consiste tanto en una vigilancia constante sobre lo que
hacen o dejan de hacer (que por supuesto también existe),
como en que cada cual actúe de acuerdo a las definiciones de lo
“bueno” y lo “malo”, lo “sucio” y lo
“limpio”, lo “normal” y lo “anormal”,
lo “valioso” y lo “sin valor”, etc.,
En el
marco de esta concepción sobre las
palabras, la representación y el poder, nos parece importante indagar
sobre los usos y significados del término “diversidad sexual”. Varias preguntas nos parecen pertinentes: ¿Cuáles son los usos actuales del término “diversidad sexual”? ¿Cuáles son sus significados actuales y potenciales? ¿Cuál es su historia política? ¿Cómo se inserta en la lucha ideológico-política del
campo sexual y del campo social en general? Y finalmente, una pregunta de mayor alcance teórico y político: ¿Cómo “funciona” este término en la lucha ideológica contra el patriarcado, su sistema de identidades y sus concepciones de
normalidad, legitimidad y derechos?.
A continuación
abordaré estas preguntas desde diferentes ejes de análisis:
- La revisión de los usos más frecuentes del término y sus implicaciones teóricas y políticas.
- La manera en que el concepto “diversidad sexual” se relaciona teórica y políticamente con las ideologías dominantes que permean el campo sexual.
- La importancia teórica y política de incluir en nuestra noción de diversidad, la diversidad “amorosa”, superando con ello uno de los elementos centrales del poder simbólico ejercido desde el patriarcado sobre las uniones entre personas del mismo sexo y, en general, sobre las relaciones que no se adscriben al modelo de “normalidad sexual” delineado anteriormente: su sexualización.
- Dos reflexiones para incitar a la discusión: la relación entre ética y diversidad sexual y la diversidad sexual en el contexto de la socio diversidad.
I “Diversidad
sexual”: Tres usos comunes.
Hay activistas que dicen frases como: “la gente de la diversidad sexual”, “los grupos de la diversidad sexual”, “es una persona
de la diversidad sexual”, “las sexualidades
diversas”, o peor aún: “es sexodiverso.”
Tres son los usos más problemáticos del término “diversidad sexual” que alcanzo a distinguir:
- Su uso como eufemismo o forma “decente” para referirse públicamente a individuos o grupos estigmatizados con palabras consideradas “vulgares”;
- Su uso como término “sombrilla” para agrupar a esos individuos o grupos estigmatizados por sus prácticas sexuales o su identidad sexo-genérica;
- Su uso para referirse a la “otredad” de la trilogía de prestigio “macho-masculino-heterosexualidad”.
II Los discursos dominantes del campo sexual:
su visión integrista
El concepto de “diversidad sexual” surge en el campo sexual para cuestionar las reglas mismas de organización del campo, esto es, las ideologías dominantes que construyen las distinciones pertinentes alrededor de la existencia sexual de las personas, a partir de las cuales se derivan poderes y beneficios para quienes cumplen con los criterios pertinentes.
Este sistema involucra tres aspectos principales de la existencia sexual:
- El binarismo sexual es la creencia y práctica de construir “dos sexos” de los cuerpos humanos. Esta creencia y práctica, como ya vimos anteriormente se encuentra ligada a ideologías centrales del patriarcado: su visión reproductivista de la sexualidad y su heterosexismo. Pero el binarismo sexual tiene qué enfrentarse a una serie de evidencias corporales que nos muestran que el asunto de formar “dos sexos” perfectamente distintos (además de “opuestos” y “complementarios”). Ciertas características sexuales secundarias no aparecen, al menos que se sigan tratamientos hormonales.
- El binarismo de género, el binarismo de género involucra además de esa concepción dual e integrista de los géneros “masculino” y “femenino” otro elemento: el androcentrismo, la ideología y práctica cotidiana de jerarquizar a las personas, los objetos y los seres del mundo según sus connotaciones de género, y de colocar como superior a “lo masculino”.
- El binarismo erótico, Los binarismos sexuales y de género adquieren un cierre ideológico (que genera una sensación de coherencia y unicidad) en la heterosexualidad. La heterosexualidad en la medida en que implica la sexualidad de “los diferentes”, esto es, de los que previamente han sido definidos como “opuestos” y “complementarios”, se constituye en el espacio ideológico que provee de sentido a los anteriores binarismos, proyectándolos en una finalidad biológica y social: la reproducción de la especie y la reproducción social de un modelo de pareja y familia donde el macho- masculino-heterosexual vuelto “padre-esposo” tiene preeminencia de autoridad y privilegios.
La ideología reproductivista de la sexualidad, aquella que considera que el único fin válido y natural de las relaciones sexuales es la reproducción se convierte en el pilar fundamental del heterosexismo y del binarismo sexual y de género.
El heterosexismo y el amor. Las concepciones dominantes sobre el amor se apoyan
en y nutren la ideología heterosexista al apoyarse y nutrirse de las ideologías de género dominantes y su concomitante binarismo. en la medida en que según estas ideologías de género dominantes los hombres y mujeres tienen naturalezas corporales y psíquicas diferentes (que destina roles sociales diferentes), que “se oponen” y “complementan” (“los hombres son de Marte y las mujeres de Venus”), están destinados “naturalmente” a “atraerse” y “unirse”.
Homofobia y heterosexismo: la invisibilización del amor. El nexo “naturalizado” del discurso amoroso con el heterosexismo va de la mano con la invisibilización y el silenciamiento social, cultural (simbólico) y político en occidente del fenómeno amoroso entre personas del mismo sexo biológico (qué decir de la posibilidad de amar indistintamente a hombres y mujeres). Esta invisibilización no es inocua, es parte de una tecnología de poder homofóbica que va de la mano con la construcción misma de la “homosexualidad” como identidad radicada en “el sexo”.
La metonimización de los sujetos a su sexualidad no es inocua, es parte de un
ejercicio de poder heterosexista. Ciertamente este efecto de poder tiene qué ver con las ideologías dominantes restrictivas y mortificantes alrededor de la sexualidad que construyen el concepto de “normalidad sexual”, que prescriben los usos de los cuerpos y la disposición de la energía libidinal (incluyendo la libidi-anal).
podemos encontrar las siguientes variantes de pareja:
- Personas del mismo sexo y del mismo género: dos hombres masculinos, dos hombres andróginos, dos hombres femeninos, dos mujeres femeninas, dos mujeres andróginas, dos mujeres masculinas, dos intersexuales masculinos, dos intersexuales femeninos, dos intersexuales andróginos;
- Personas del mismo sexo y de género diferente: hombre masculino y hombre femenino, hombre andrógino y hombre masculino, hombre femenino y hombre andrógino, mujer femenina y mujer masculina, mujer andrógina y mujer femenina, mujer masculina y mujer andrógina, intersexual masculino e intersexual femenino, intersexual andrógino e intersexual masculino, intersexual andrógino e intersexual femenino;
- Personas de sexos diferentes y del mismo género: hombre masculino y mujer masculina, mujer andrógina y hombre andrógino, hombre femenino y mujer femenina, hombre masculino e intersexual masculino, mujer masculina e intersexual masculino, mujer femenina e intersexual femenina, hombre femenino e intersexual femenino, hombre andrógino e intersexual andrógino, mujer andrógina e intersexual andrógino;
- Personas de sexos y géneros diferentes: mujer femenina y hombre masculino, mujer femenina y hombre andrógino, mujer femenina e intersexual masculino, mujer femenina e intersexual femenina, mujer andrógina y hombre masculino, mujer andrógina y hombre femenino, mujer andrógina e intersexual masculino, mujer andrógina e intersexual femenina, mujer masculina y hombre femenino, mujer masculina y hombre andrógino, mujer masculina e intersexual femenino, mujer masculina e intersexual andrógino.
III El concepto
de diversidad sexual: sus
implicaciones transgresivas
El binarismo sexual,
el binarismo de género
y su
concomitante androcentrismo, así como el heterosexismo
constituyen una visión integrista de la existencia sexual de las personas, que se convierte en un perdurable
dispositivo de poder. Este dispositivo de poder contiene
un número limitado de identidades de prestigio.la
cumbre de este sistema de identidades se encuentra la trilogía
de prestigio
“macho-masculino-heterosexual”.
Es posible visualizar cómo el concepto
de diversidad sexual
puede jugar un importante papel desestabilizador
del sistema sexista,se le otorgan cuatro significados básicos:
- La idea de que las personas tienen existencias sexuales, de género y eróticas diversas, que eso es parte de una realidad humana que es necesario respetar.
- La idea de que en una sociedad democrática estas realidades sexuales, de género y eróticas diversas no debe ser ocasión de jerarquías y distinciones sociales de poder y privilegio (el valor no sólo es el respeto a la diversidad, sino el respeto y la equidad en la diversidad).
- La idea de que la diversidad no es sólo algo que existe entre las personas, sino que nos habita, existe dentro de cada persona como realidad o potencialidad humana, (esto es, los valores no sólo son el respeto, la equidad, también lo es la lucha contra el integrismo identitario, la valoración de la diversidad interna).
- La idea de que la diversidad no sólo es “sexual” en el sentido tradicional y limitado de la palabra, sino también amorosa.
IV Ética y diversidad sexual.
El concepto “diversidad sexual” es un concepto político que cuestiona el orden sexual y de género dominante y condensa la aspiración de una sociedad que no discrimine y que garantice el reconocimiento y la equidad para las diferentes
variantes de la existencia sexual, de género y eróticas.
El concepto de diversidad sexual no significa, por lo tanto, que “todo se valga” con
relación a la sexualidad. El dilema “sólo se vale el sexo heterosexual, reproductivo y falocéntrico entre mujer femenina y hombre masculino y nada más” o “todo se vale” es un dilema propio de las sociedades patriarcales, autoritarias, rígidas.
El problema ético que representa el sexo entre menores y adultos pasa por dos problemas políticos:
- El reconocimiento de la sexualidad de los menores, incluyendo aquí a los bebés.
- La definición misma de “menor”, la edad en la cual socialmente se define que las personas adquirimos la capacidad de decidir con relación a nuestro cuerpo, a nuestra sexualidad y a muchos otros aspectos de la vida.
V La “Diversidad sexual y amorosa” y las otras diversidades sociales.
El planteo que hemos hecho hasta aquí sobre la diversidad sexual y amorosa parte de una concepción sobre la cultura que nos salva de las trampas positivistas que esencializan o cosifican la realidad, incluyendo las diferencias sociales.
La digresión ontológica nos permite también derivar consecuencias políticas diferentes:En vez de asumir la realidad y las distinciones que la atraviesan como “cosas”, “hechos naturales”, la asumimos como producciones históricas y políticas que podemos cambiar. La perspectiva postestrucutralista que sostenemos en este ensayo nos permite por un lado, constatar las “diferencias” y, por el otro, entenderlas como construcciones humanas, formas de organización de las distinciones sociales, esto es, productos culturales.
Las distinciones dominantes que organizan el campo sexual con efectos de poder diversos sobre la existencia sexual de las personas, son sólo una dimensión de las distinciones que permean el campo social en general. Muchas otras distinciones también existen, desde aquellas basadas en ese invento perdurable de los racistas llamado “raza”, como otras relativas a las diferencias de clase, étnicas o nacionales, por edad, por capacidades físicas, por origen regional, por giros lingüísticos, por vestimenta, por religión, por preferencia política, por tonalidad de la piel (o colorismo que no es lo mismo que el racismo), por nivel educativo, por ocupación, por seropositividad, por condición migratoria, por mencionar las que distingo como más relevantes actualmente.
Los “personajes sociales” y las “lecturas de lotería” de la sociodiversidad se producen a partir de procesos de metonimización. La metonimia es un recurso estilístico a partir del cual tomamos la parte de algo para representar su totalidad. En realidad, lejos de representar el todo, empobrecemos la visión de esa totalidad por el realce que damos a la parte. Estos procesos de metonimización son comunes y a través de ella construimos identidades. Los apodos son metonimias: “el chaparro”, “el orejón”, “la negra”, son maneras de referirse a las otras características es bajo de estatura, tiene las orejas grandes o es de color negro u oscuro. La humanidad de toda la persona se descarta o se subordina a una parte.
Las implicaciones de esta “lectura de lotería” de la diversidad social son varios:
- Los personajes que emergen de esta “lectura de lotería” son reducidos a un aspecto de su vida a partir del cual se lee la totalidad de su vida, convirtiéndolos en sujetos parciales donde nada de su ser parece escapar a la característica de distinción privilegiada.
- Se construye un personaje social a quien se le atribuye una subjetividad homogénea estable y coherente estructurada a partir del elemento de distinción, de tal manera que se invisibilizan las fracturas, los procesos de transformación las tensiones internas , la multiplicidad.
- Se invisibiliza la manera en que estas múltiples condiciones sociales y subjetivas, se condicionan y se articulan dentro del sujeto posibilitando diversas trayectorias de poder y resistencia.
La homofobia y la pobreza se integran en la vida de muchos sujetos afectándose mutuamente en sus vidas y como realidades sociales todos tenemos que ver con ellas y a todos incumbe.
El androcentrismo y la misoginia, el heterosexismo y la homofobia participan en el ámbito social de ese ejercicio del poder que se instituye
sobre el consenso de los dominados y que llamamos hegemonía, pues estas
ideologías y prácticas sexistas participan en la construcción de liderazgo moral, intelectual, económico y político que ciertos grupos y clases sociales ejercen sobre otros grupos y clases sociales.
La “lectura banal” es la otra cara de la lectura “primordial” que se deriva de la “lectura de lotería”. La “lectura banal” consiste en banalizar la sexualidad y particularmente la orientación sexual y la intersexualidad (creo que el criterio “sexo” que muchas veces confunden los políticos con el término “género” ya ha adquirido al menos en el discurso un estatus de legitimidad), como ejes diacríticos importantes para pensar el poder, la discriminación y la distinción social. Esta banalización se expresa como silencio o como actitud de rechazo evidente.
La lectura banal olvida que no todas “las preferencias” son igualmente significativas. La distinción entre los que gustan del fútbol y los que gustan del básquetbol, no acarrea las mismas consecuencias sociales y políticas que tener relaciones sexuales y amorosas con alguien del mismo sexo o de otro sexo, o que acarrea ser intersexual o transexual. Las distinciones que ocurren actualmente al nivel de la existencia sexual, de género y eróticas de las personas son altamente significativas, pues estructuran relaciones de poder y violencia mayúsculas que marcan el destino social de los sujetos.
GLOSARIO
Sexualidad.- Es
el conjunto de condiciones anatómicas, fisiológicas y psicológico-afectivas que
caracterizan el sexo de cada individuo. También, desde el punto de vista
histórico cultural, es el conjunto de fenómenos emocionales, de conducta y de
prácticas asociadas a la búsqueda del placer sexual, que marcan de manera
decisiva al ser humano en todas y cada una de las fases determinantes de su
desarrollo en la vida.
Género.- Se refiere a los conceptos sociales de las funciones, comportamientos, actividades y atributos que cada sociedad considera apropiados para los hombres y las mujeres. Las diferentes funciones y comportamientos pueden generar desigualdades de género, es decir, diferencias entre los hombres y las mujeres que favorecen sistemáticamente a uno de los dos grupos. A su vez, esas desigualdades pueden crear inequidades entre los hombres y las mujeres con respecto tanto a su estado de salud como a su acceso a la atención sanitaria.
Sexo.- El sexo es un proceso de combinación y mezcla de rasgos genéticos a menudo dando por resultado la especialización de organismos en variedades femenina y masculina (conocidas como sexos).
La identidad sexual.- Es la suma de las dimensiones biológicas y de conciencia de un individuo que le permiten reconocer la pertenencia a un sexo u otro, es decir, ser varón o mujer.
FISIOLOGÍA.- Es la ciencia biológica que estudia las funciones de los seres vivos.
esta forma de estudio reúne los principios de las ciencias exactas, dando sentido a aquellas interacciones de los elementos básicos de un ser vivo con su entorno y explicando el porqué de cada diferente situación en que se puedan encontrar estos elementos.
ANATOMÍA.- Es una ciencia que estudia la estructura de los seres vivos, es decir, la forma, topografía, la ubicación, la disposición y la relación entre sí de los órganos que las componen.
TRANSGÉNERO.- Es un término general que se aplica a una variedad de individuos, conductas y grupos que suponen tendencias que se diferencian de las identidades de género binarias (hombre o mujer) que normalmente, aunque no siempre, son asignados al nacer, y del rol que tradicionalmente tiene la sociedad.
HOMOSEXUALIDAD.- Es una orientación sexual que se define como la interacción o atracción sexual, afectiva, emocional y sentimental hacia individuos del mismo sexo.
LOS DERECHOS HUMANOS.- Son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles.
DERECHOS SEXUALES.- Los derechos sexuales establecen que toda persona tiene la facultad de ejercer libremente su sexualidad y que nadie deberá sufrir discriminación por su orientación sexual.
FAMILIA.-Es elemento natural, universal y fundamental de la sociedad, tiene derecho a la protección de la sociedad y del estado.
PAREJA.-Conjunto de dos personas en una relación afectiva más o menos formalizada: noviazgo, matrimonio o pareja de hecho.
EL AMOR.-Es un sentimiento positivo que puede experimentar una persona hacia otra.
POLIAMOR.-Es un neologismo que significa tener más de una relación íntima, amorosa, sexual y duradera de manera simultánea con varias personas, con el pleno consentimiento y conocimiento de todos los amores involucrados.
DIVERSIDAD SEXUAL.- Es un término que se usa para referirse a la diversidad dentro de la orientación sexual; de hecho, habitualmente se usa una clasificación simple de cuatro orientaciones: heterosexual, homosexual, transexual y bisexual:
* La heterosexualidad es una orientación sexual predominante (y en muchos países también obligatoria) caracterizada por el deseo y la atracción hacia personas del sexo opuesto.
* La homosexualidad es una orientación sexual que se define como la interacción o atracción sexual, afectiva, emocional y sentimental hacia individuos del mismo sexo.
* transexualidad es una identidad transgénero que define la convicción por la cual una persona se identifica con el género opuesto a su sexo biológico, por lo que desea vivir y ser aceptado como una persona del género opuesto.
* La bisexualidad es una orientación sexual que se caracteriza por la atracción sexual, afectiva y emocional hacia individuos de ambos sexos.
POLIGAMIA.- Es un tipo de matrimonio en que se permite a una persona estar casada con varios individuos al mismo tiempo.
ENGOGAMIA.-Se denomina al matrimonio, unión o reproducción entre individuos de ascendencia común; es decir, de una misma familia, linaje o grupo.
POLIANDRIA.- Es una condición menos extendida geográficamente (al menos en tiempos históricos), análoga a la poligamia, en la cual una mujer puede estar al mismo tiempo en matrimonio con varios varones.
PREZI:
http://prezi.com/hif800ujp_8v/diversidad-sexual-y-amorosa/
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